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Actualización: Mayo 27 de 2011
CARNAVAL: FIESTA DE REYES
(Túquerres en Negro y Blanco)



Por:
EDUARDO BUENAVENTURA ORBES
Maestría Artes Plásticas- UDENAR
Docente I.E.S.P.


Habíamos comentado ya, que el vocablo Túquerres, viene de una transformación fonética, dado a la mala escucha del nombre que posteriormente fue mal traducido y así escrito, como se interpretó el sonido, precisamente por los escribanos españoles hacia un poquito antes de 1541, cuando es fundada por Miguel Muñoz, un 17 de Diciembre. Estos oyeron por primera vez el nombre de un asentamiento indígena que le denominaban Taques o Tucues, pero que en un naciente idioma como el español, y en una lengua desconocida como la indígena, de pronto no se tradujo muy bien, razón por la cual sufre una transformación según el oído y la caligrafía del escribano o secretario de la época, entonces la secuencia audio caligráfica pudo ser: Taques-Tucues-Tucurres-Tucurris-Tucares-Taqueres-Taquerres-Tuqueres-Túquerres, que esta forma última fue la que se utilizó por primera vez en una escritura pública, cuando es declarado como municipio el día 5 del mes de Mayo de 1873. Pero el cuento es que, esta palabra consta de dos partes etimológicamente, así: Taques y res, o Taques-res,  que puede significar “lugar de la danza ritual”, o “sitio ceremonial de la danza”,   y rres o res que indica sitio o lugar o aquí es, o sitio ceremonial de equinoccio de invierno o solsticio de verano para la agricultura y la cosecha, cuya manifestación fundamental se expresaba a través de la danza. Estos rituales se llevaban a cabo en dos fechas importantes del calendario ancestral, el del equinoccio en invierno a eso de mediados del mes de Enero, y el del solsticio de verano a finales del mes de Junio o Julio. Eventos que iban consagrados de homenaje a la tierra, como con cantos, oraciones, objetos, piedras preciosas, alhajas, flores, utensilios, sacrificios de animales o humanos, presentes para agradecer las bendiciones recibidas. Con la invasión española y la imposición de nuevas costumbres y arrasamiento de las creencias y divinidades raizales, los festejos equinocciales de invierno a la deidad de la agricultura se  reemplazaron por un ídolo físico representado como, primero el Santísimo Sacramentado y posteriormente  San Sebastián, y se fusiona la celebración a realizarse en un  20 de Enero convertida en un acto religioso católico dentro de una capilla o templo, de allí se tiene conocimiento de la existencia de los Danzantes de Esnambud acompañados con los ritmos musicales de la “banda de yegua”,  este es el caso de las fiestas de Iscual o Yascual, quienes ya no rendían sus rituales a las deidades ancestrales sino a los impuestos ídolos españoles. De igual manera ha sucedido con las fiestas del solsticio de verano, cuando las divinidades ancestrales son reemplazadas por San Pedro y San Pablo a finales de junio, ejemplo de ello es que aun existen fiestas en honor a estos santos en otros lugares del departamento de Nariño, como en Males, Ospina, Sapuyes, igualmente conocemos que a estos rituales de verano los Incas lo llamaban el Inti-raimi. Podemos argumentar finalmente que, esto puede ser un antecedente para el inicio de las fiestas populares donde se congrega toda la comunidad a gozar, en un principio, con  los rituales de danza como una liberación del espíritu, ingerir bebida embriagante para llegar al clímax pagano para congratular los favores de las divinidades de la vida y la agricultura.



Con la invasión española el 12 de octubre de 1492, no solo llegaron seres extraños a estos territorios, sino que trajeron hambre, codicia por el rumor del oro, enfermedades, costumbres, crucifijos y religiones, palabras desconocidas y el nuevo idioma, todo esto sembrado aquí con violencia. Pero también se pegaron sus fiestas en honor a sus particulares dioses y santos católicos, que desde esos tiempos empezaban con misas, bailes y borrachera, por cuya celebración, se cobraban impuestos por la bebida y la coca, como también la iglesia cobraba aranceles como hasta hoy. Así nos trajeron la fiesta del seis de enero en honor a sus santas majestades los Reyes Magos. Los españoles tienen por costumbre, desde esa época a ahora, el cinco de enero en la noche a esperar en todas las plazas de España, masivamente, la llegada de Reyes, con jolgorio, alegría y regalos. Pero que como con los yelmos trajeron también los cristos, y que su extraña creencia religiosa consistía en  rendirle culto a un dios sangrante, golpeado y clavado en una cruz, por el que se debía guardar cuarenta días de abstinencia y oración antes de celebrar la semana santa, la semana de su pasión, entonces, para antes del “miércoles de ceniza” se desataba el desenfreno al goce de la carne, de borrachera, de baile, de locura extenuante, para entrar a la cuaresma, en recogimiento, doblegación, arrepentimiento, como su iglesia lo ordena. De carne o carnal proviene la palabra carnaval.

Sobre esto podemos decir que en 1607, se alzan los esclavos negros en Remedios, Antioquia, cosa que acarreó muchas consecuencias sociales como económicas para la región como para la corona española. Para evitar que esto siga aconteciendo, la Corona hace caso a la solicitud de las negritudes del Cauca al que pertenecía Nariño, de que se les concediera un día de descanso, y es así como el cinco de enero el príncipe, quien firma, lo declara como día “vaco para los negros esclavos”, en honor a su majestad el Rey Negro, según acta del cabildo de Pasto firmada el 24 de Diciembre de 1810. El Cronista José María Cordobés a eso de 1854, dice que estas fiestas eran las únicas que se realizaban por estas fechas. Puede decirse que hasta la actualidad lo celebran en ciertas comunidades negras en algunas partes de Colombia o en el Brasil y otros lugares del mundo, teniendo en cuenta que en estos festejos, que desde entonces se hace alusión a los placeres de la carne por lo que se involucra incluso al diablo, personaje antagónico de Dios, como sucede con los carnavales donde se reivindica la figura mitológica del diablo. Debemos tener en cuenta que estos conceptos de pecado, libertinaje, son los rezagos de las criaturas de la iglesia católica feudalista, censuradas como condenables al fuego eterno y a la inquisición sanguinaria como una intimidación sicológica para el sometimiento, desde entonces a la época, ya no solo era de las cadenas que se liberaban sino que también del fuego eterno. De todas maneras es notorio e importante el aporte cultural del afrodescendiente. Por otra parte, esta fiesta de reyes y de negros parece ser que tuvo sus tropiezos, dado a los alzamientos indígenas y de negritudes sucedidas en Nariño, especialmente, entre otros, como la insurrección indígena del 20 de Mayo de 1800 en Túquerres, antes Provincia de los Pastos.

Ahora bien, hasta el seis de enero de 1912 se celebraba la fiesta de reyes con misa, bailes y borrachera. Pero es en esta fecha en que unos pastusos le agregan un polvo al asunto, cien años después. Se cuenta que tres borrachos, amanecidos en una casa de citas o cantina o prostíbulo a la usanza de la época, de las llamadas “las ROBBY” en Pasto, en un arrebato de locura, Ángel Maria, les quita los talcos del maquillaje y empiezan a lanzárselo entre ellos, salen a la calle, borrachos y empolvados  gritando “vivan los blanquitos”, le tiran polvos también a los feligreses que el 6 de Enero, día de fiesta de Reyes, salían de la misa del templo de San Juan. Otro de los acontecimientos curiosos es cuando,  “Karamelo” y “Panquiaco” conocieron, unas fechas antes en Quito,  a la familia Castañeda. Pero el 4 de Enero de 1928 preparados para realizar la


Cabalgata de reyes, ven entrar por el oriente, provenientes del Putumayo, a estos amigos conocidos antes en el Ecuador.  Alfredo Torres “Karamelo” grita diciendo: ¡llegaron mis amigos, llegó la familia Castañeda!, pero estos no venían solos, traían caballos, cachivaches, perros, peones, camas, implementos de cocina, cajones, maletas, todo un trasteo. Acontecimiento que se ha incorporado como otro ingrediente en la realización de esta fiesta de reyes. Después, a esto también se le incluye la coronación de una reina quien lidera la fiesta, posteriormente, el hacer participes a los niños a través del llamado carnavalito.
    
Podemos concluir hasta este punto, que el CARNAVAL viene tomando cuerpo, desde el ritual ancestral de equinoccio y solsticio donde participaba toda la comunidad en homenaje a la vida y la agricultura, luego, la adopción de la celebración de la fiesta de Reyes el seis de Enero, el permiso dado a los esclavos negros el cinco de enero para que festejen su libertad temporal o el desenfreno bacanal antes del miércoles de ceniza y la cuaresma, con todo el aporte cultural de esta raza afrodescendiente, el lanzarse talco el seis de enero desde 1912, la entrada de la familia Castañeda desde el 4 de enero de 1928, la elección y coronación de la reina del carnaval, el incluir a los niños en el llamado carnavalito desde 1966, el desfile de disfraces, comparsas, carrozas monumentales y el protagonismo de destacados maestros del arte,  le agregan a estas fiestas un ingrediente mas en la realización del llamado CARNAVAL DE NEGROS Y BLANCOS. Cabe destacar que por estas fechas y antes de la cuaresma se celebran ferias y carnavales en otras regiones de Colombia como fuera de él, especialmente de comunidades afrodescendientes, feria de Cali, feria de Manizales, carnaval de Riosucio, Carnaval de Barranquilla, Carnaval del Brasil y otros, donde se integra toda una comunidad. Cada carnaval o feria que se celebra en diferentes regiones goza de particularidades culturales que lo hacen único, dado a lo étnico, cultural, social, idiosincrático, topográfico, donde no podemos argumentar que uno es mas que otro, sería un imperdonable error.  

Algunos de estos acontecimientos iniciados en Pasto repercutieron en muchos lugares del departamento de Nariño por su cercanía entre sus municipios, intercambio comercial, emigración, que fueron adoptando estos encuentros sociales y culturales como propias, que se han venido enriqueciendo con el paso del tiempo, por la evolución intelectual humana, el intercambio comercial, el deseo de rescatar lo ancestral como un legado de la memoria de la especie. Es por eso que en un principio, algunos acontecimientos tienen lugar en otras regiones diferentes, pero que es aquí donde se decanta, para así universalizarse como una sola expresión, donde cada grupo étnico le aporta todo un bagaje ancestral a esta manifestación cultural. Ya recorrimos los ingredientes que fueron constituyendo el carnaval de negros y blancos en el departamento de Nariño, ahora, podemos apuntar algunos acontecimientos que sucedieron en Túquerres:

EL AÑO VIEJO Y EL DESFILE DE LOS MUÑECOS.
En esta fecha de 31 de Diciembre se despide al año, por la década de los años treinta se dice que se dio inicio a esta celebración, con el arreglo de muñecos de aserrín en carros, carretas, coches a caballo o llevados a pié, que desfilaban por las calles, en horas de la noche, y que llevaba en su tradición la critica o sátira o ridiculización a personajes nacionales, departamentales o locales, incluso de acontecimientos que en el año sucedía. Al final del desfile se leía un escrito llamado testamento del año viejo, que trataba de cosas jocosas, en los que se involucraba también a personajes o sucesos que dieron de qué decir. Por la década de los setenta,  se cambia en hacer el desfile en horas de la tarde y dar premiación a los mejores.


Dado a que este medio de expresión a través de la ridiculización sin mensaje concreto, tocaba ya limites insultantes, se decide reglamentar y suspender esta forma utilizada como criticonería social a través de estos muñecos, para darle mayor altura y por ende mayor creatividad, sin embargo, se mantiene la línea de la critica social o política pero con buenos argumentos, como se viene realizando y se ha premiado por ello. Aunque cabe destacar que en la actualidad, los aportes que le ha dado el artesano que participa con sus obras en estos desfiles, ha sido de arte y argumento investigativo, rico en color, composición, dimensión, trabajo y consagración laboral. Después del desfile, como antaño, se lee el testamento del año viejo, se califica y se premia las carrozas participantes. En horas de la noche, en cada familia se elabora un muñeco de aserrín o papel u otros desechos, se coloca en la puerta de la casa hasta la media noche, cuando se quema con cuetes y estruendos  para despedir el año que se va, de igual manera, entre alegría, música, baile, abrazos y besos se da la bienvenida al año nuevo. Ya de manera ritual, se practican en muchos hogares los llamados agüeros, mientras permanecen despiertas hasta pasadas las primeras horas del año nuevo. Así el año viejo es cosa del pasado.

EL CARNAVALITO
La configuración como carnavalito tiene varios aportes, en un principio muchos niños venían participando en la elaboración de carrozas y otras obras para el desfile del seis de enero. Esto ya inquietaba la creatividad y la travesura de participar en un desfile parecido al de los grandes. Puede ser que tanto en Pasto como en Túquerres, entre juego y creatividad empieza en la década de los ochenta. En esos tiempos, sin tanta tecnología y  virtualismo, el jugar consistía con carritos de plástico halados por hilo, o carros de madera tirados por guasca, lo que permitían desarrollar aun mas la inteligencia mediante la fantasía, la imaginación  y lúdica de la niñez de la época. En muchos barrios se reunían grupos de niños a jugar a los carros o a las carrozas, pasado el carnaval. Y los artistas iniciales fabricaban muñecos de papel, disfrazaban muñecos, tallaban figuras en madera, o simplemente elaboraban carrozas bien compuestas en sus carritos de juguete  y desfilaba por los calles de los barrios solo como un juego de niños. Los vecinos eran felices mirando estas creaciones de sus hijos. Así comenzó el carnavalito, en el barrio Gólgota lo inicio Juan Carlos, Luís Alfredo, Hernando, Alirio, Edgar y otros tantos, de igual manera en el barrio San Carlos, la “gallada de pobres” es quien le imprime espontaneidad al asunto, y cierto día, por los años ochenta pasado el 6 de enero,  se ponen de acuerdo y se salen del barrio para recorrer las calles centrales de la ciudad. Así se da el gran salto. Por la década del noventa, se trata de formalizar ya el carnavalito, se lo programa y se premia, pero se venia haciendo pasado el carnaval de los mayores, es decir, al domingo siguiente. El fenómeno que se daba es que se copiaba a las carrozas grandes sin experimentar su propia creatividad. Entonces, por estos mismos años, la Administración Municipal de turno ve necesario programarlo para el tres de Enero, ya como carnavalito oficialmente constituido. Quiere decir entonces que el carnavalito en Túquerres lleva casi treinta años de vida. Es de destacar que este paso ha sido la escuela para muchos artesanos, que en la actualidad, vienen participando y ganando los primeros lugares en el carnaval del seis de enero, hasta ahora. 

LA ENTRADA DE LA FAMILIA CUCAS REMO
También tiene sus inicios en la década de los cuarenta. Ya habían pasado los temblores y el terremoto había destruido la población, Túquerres estaba en reconstrucción, resurgiendo de los escombros. Por esos tiempos se incluyó en la celebración del carnaval también “la entrada de la familia Castañeda” como en Pasto, donde participaba todas las fuerzas vivas locales. Se trataba de un desfile de personajes disfrazados de campesinos o de otros motivos que cargaban sus trasteos, estaba simbolizado por un padre de la familia que era delegado por el alcalde a un respetado hijo de la ciudad, como un honor que se le daba,


Y cada grupo de personas disfrazadas iban actuando de manera jocosa, divertida, llevaban trajes y platos típicos de la región, como cuyes asados, habas y papas cocinadas con sal, ollocos, ocas y otros productos de la tierra. Junto a estos iban niños, animales,  cargaban camas, basenillas, platos, costales, telares, ollas y cosas de casa. Iban haciendo chistes, criticas, caricaturizaban a personajes reconocidos, era todo un goce verlos. Después de recorrer las calles de la ciudad llegaban al balcón de la alcaldía y el padre de la familia daba un discurso que pedía permiso para entrar a la ciudad a disfrutar del carnaval, a lo que el Alcalde daba la bienvenida y entregaba las llaves de la ciudad de manera simbólica. Pero esto tuvo una transformación años después. Ya se quería particularizar la celebración de esta fecha colocándole un nombre más propio de la región, más autóctono. A mediados de los ochenta, como los protagonistas van cambiando, se invitó a algunas colonias de municipios aledaños a desfilar el 4 de enero en el carnaval,  una de las colonias participantes era la del municipio de Ospina, que según un gran letrero se llamaba “la familia Cuastumal Piscal”. A los años siguientes se dio por llamarle a esta fecha del carnaval de Túquerres, de la misma manera. Así sucedió hasta 1996, cuando en común acuerdo con  muchos entendidos en la materia y teniendo en cuenta muchas sugerencias se la fue transformado, se llamó entonces “entrada de la familia Cuastumal Cucas”, hasta el año 2002 cuando ya pasó a ser el 4 de Enero, “entrada de la familia Cucas” en homenaje a ese protagonista de la insurrección comunera Ramón Cucas Remo y dos años después, quedó como “ENTRADA DE LA FAMILIA CUCAS REMO”, considerando que se debe recuperar valores autóctonos y tradicionales, ya que se da en fiestas de alto contenido idiosincrático, autóctono y cultural de una región en particular. De igual manera se mantiene la esencia de la idea de la llegada de esta familia quiteña a las fiestas del carnaval de Pasto, pero ya transformada a algo mas autentico de la región. En la actualidad se realiza similarmente, después del desfile por las principales calles e la ciudad, el padre de la familia con las Reinas del carnaval, la primera autoridad y demás acompañantes, llegan al parque Bolívar, en una tarima pública se hace la ceremonia de bienvenida y entrega de las llaves, en seguida sigue el baile con las prestigiosas orquestas que la Administración Municipal contrata para que el pueblo se divierta.

EL CARNAVAL DE LOS NEGRITOS.
Esta era una fecha importante, en un principio porque, ya conocemos que se celebraba desde el cinco de enero de 1811 en honor a su majestad el Rey Negro, aquí se lo realizaba con pinticas de negro en el rostro de los vecinos o amigos, aplicado con cierto respeto. Pero destacamos cómo, antaño, de muchas poblaciones, veredas y caseríos del municipio,  venían comparsas y danzantes, los que bailaban por los barrios de casa en casa, durante todo el día de negritos. Bailaban y pedían la “limosnita”, como ellos decían, que entre el juego jocoso y la impresión de lo autóctono, desfilaban de uno en uno todos estos grupos culturales que asistían a la ciudad a demostrar su aporte al día de negritos. Esto aconteció hasta principios de la década de los setenta aproximadamente, que a la fecha ya dejó de verse por veredas, barrios y calles de la ciudad. Ahora el cinco de enero se celebra con la pintita de cosmético de negro o de colores, la gente se divierte aplicando este color a los amigos, a las amigas o transeúntes desprevenidos, se pintan la cara, el cuerpo y por donde le permita la lúdica de la sensualidad y la caricia, el abordar el cuerpo del otro para experimentar ese placer de tocar, máxime si se trata entre sexos opuestos. Y el ingrediente principal de esta fecha de carnaval lo impone también, las orquestas de talla local, nacional e internacional, que la Administración Municipal contrata para que el pueblo pintado, empolvado y embriagado goce hasta altas horas del otro día.


EL CARNAVAL DE LOS BLANQUITOS
Ya desde 1912 en Pasto se dio por echarse un polvito el seis de enero día de Reyes. Esto también repercute en las costumbres de los municipios aledaños de Nariño donde se celebran estas tradiciones. Entonces para el día de blancos se aplica talcos o polvos  a  los transeúntes o entre jugadores y amigos que disfrutan de esta fecha de carnaval. Han sucedido casos curiosos en estos juegos populares, como antes era la utilización de las llamadas alhucemas o alcohol perfumado, u otros líquidos que se lanzaban a la gente, en un principio lo hacían con respeto pero con el tiempo degeneró en vandalismo, mala intensión, y era cuando  se lanzaba estos líquidos con pistolas de presión, directamente a los ojos de los espectadores de los desfiles. Esto se ha prohibido por múltiples accidentes y en la actualidad se usa talcos, polvos, cosméticos, espumilla en aerosol llamada carioca y otros nombres.  El comercio complacido pone a la disposición del público todo tipo de implementos para el juego, como ruanas, máscaras, sombreros, gorras, talcos en todas las calidades y marcas, espumillas, gafas o antifaces, licor, bebidas y demás elementos para disfrutar, jugar, protegerse o disfrazarse de carnaval. También es importante todo lo que se dispone para estas fechas de fiesta popular, todo cambia su ritmo, las plazas públicas se transforman, se llenan de casetas con música y la permitida contaminación visual y auditiva, todo se vale. Todo mundo acude al mismo punto: pueblo, curiosos y jugadores, los turistas, los periodistas, los investigadores, y el magnifico movimiento del comercio en esta línea de oferta y consumo. Después de todo, es de ver al día siguiente, blanqueados los parques, plazas y calles, empaques y envases de todo cuanto se utilizó para lanzarse entre personas, montañas de desechos, toda la plata en el piso se dice, millones de dinero invertido en el juego que quedaron para ser barridos por las empresas de aseo después del carnaval. Junto a esta metamorfosis de los pueblos de Nariño, juegan dos ingredientes importantes mas del carnaval, como es la participación en desfiles de artistas y artesanos con sus magnificas carrozas monumentales, así también la tarima popular donde hacen su presentación cotizadas orquestas que la Alcaldía pone para que el pueblo se las goce. Para recordar que el 24 de Diciembre de 1810 lo decreta la Corona española, el 6 de enero de 1912 en Pasto se echan los primeros polvitos de blanquitos, casi cien años después, y el 30 de septiembre de 2009, casi otros cien años después,  es declarado por la UNESCO como patrimonio intangible de la humanidad, cuyo reconocimiento cobija al carnaval que el departamento realiza en cada población y municipio de manera similar.

LOS ARTISTAS, LOS ARTESANOS Y LAS CARROZAS.
El aporte artístico es importante como otro ingrediente del carnaval. En Túquerres, hasta mediados de los años sesenta se venía realizando el desfile del seis sobre carretas, coches tirados por caballos, tractores y carros, como también en  representaciones que iban a pié,  cuyos motivos de personas disfrazadas, se vestían o se adecuaban en escenografías, por ejemplo con temas alegóricos sobre historia, critica, mitología, naturaleza, fantasía, mitos, leyendas, así como comparsas, danzas o disfraces individuales, pero aun no se implementaban los muñecos elaborados en papel. En Pasto el maestro Alfonso Zambrano hace ya la propuesta con unas carrozas monumentales trabajadas en estructuras de madera, hierro y revestidas con papel encolado, coloridos acabados, hasta que en 1953 le agrega ya movimientos mecánicos que giran y mueven partes del cuerpo, como otro de estos iniciadores también hizo parte el maestro Manuel Estrada. Esto repercutió en la artesanía carnavalesca tuquerreña, influenciados por las fotos de la prensa, por los que iban a Pasto y por inquietos artistas. Por los años setenta se empieza a ver el cambio, se forman grupos de artesanos del carnaval y con ellos la inquietud de hacer grandes obras como las de la capital.


Entre otros, el “Grupo de Juventudes” participa con unas artísticas carrozas que aportan ya  calidad a los desfiles del seis. Pero eran jornadas de trabajo sacrificante, meses, días y noches elaborando estructuras, moldes, partes del cuerpo, elementos y decoraciones de la carroza, luego los acabados, la armada en el carro y finalmente la presentación en el desfile magno del día de carnaval de blancos. Luego empieza la competencia de obras carnavalescas. De los años ochenta en adelante, se conforman grupos de artesanos que venían con toda para ganar y hacer cosas mejores, así aparecen grupos que algunos  nombres se pierden por descuido histórico, pero que le dieron un valioso aporte al carnaval tuquerreño. Existen grupos que son veteranos en el desfile del seis de enero, como por ejemplo, el grupo “los amigos”, especialistas en comparsas, disfraces o representaciones jocosas bien elaborados que aportaban calidad y diversión,  también “locademia de artesanos”, un grupo muy disciplinado que ha mostrado obras de gran calidad y dimensión artística. De igual forma podemos hablar de grupos que se han formado producto del  movimiento entre los miembros que estuvieron en otros y dentro de los cuales aprendieron estilos y metodologías y que aportarían novedades en los nuevos constituidos, así “Renovación Artesanal”, “grupo kandela”, fundación cultural “los Comuneros”, “Nueva Imagen”, entre otros, cuyas obras se han destacado por lo investigativo, la temática, la composición, el acabado, los geniales movimientos mecánicos que le dan a cada elemento de la carroza, la presentación y especialmente, la consagración artística al carnaval. Aquí el proceso creativo parte de una investigación previa a la elaboración del tema, se tiene el título, se elaboran los bocetos, el color, la composición, las dimensiones de acuerdo a un reglamento, el lugar y finalmente, quiénes se integrarían a la elaboración. Estos laboriosos artesanos empiezan con meses de anticipación, cuatro, seis, ocho antes de la fecha del desfile concurso, en un principio es de dos la chispa de la creatividad, posteriormente empieza la obra un grupo de cuatro a cinco personas o solo sus familiares, a medida que se acerca la fecha señalada aumenta a diez o mas ayudantes, pero que en la recta final, tres o dos semanas o los últimos días antes del desfile magno de carnaval del seis, acude casi toda la comunidad del sector, barrio o población hasta volverse una obra comunitaria, a pesar de que contribuyen como un ingrediente fundamental del carnaval, sacrifican muchas cosas incluido el no disfrute de estas fiestas, ya que se encuentran precisamente elaborando las carrozas. Como demanda sacrificio, es necesario dedicarle días y noches con sus transnochos, son costosos los materiales, por lo que la Alcaldía Municipal organiza una Junta de Carnavales, elabora una programación y presupuesta una premiación económica como un incentivo, aunque ellos dicen que es muy pobre, esto implica calificarse y por ende nombrarse un jurado idóneo. Así se han presentado verdaderas obras de arte, impactantes, cada vez innovando, proponiendo retos monumentales, unas veces mejores que otras, pero siempre enriqueciendo el carnaval.













Archivo. 20 de Junio de 2009.
Fotografía: 
Fernando Montezuma Castañeda




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